11.22.2007

Toda esa gran verdad

Descubrí otra vez que me aterraba la posibilidad de ser en el fondo heterosexual.” Un Carlo sabe que las botas de hule de Paolo encierran un éxtasis exclusivo, hecho únicamente para él. Lo atrapan, lo enervan, lo transgreden como él a ellas. También sabe que su fetichismo es de por sí un riesgo, y que lo es más en el pueblo lleno de establos donde ambos viven. Por obra y gracia de la cercanía de Paolo, Carlo llega a sentirse como Adán y Eva al mismo tiempo, expulsado no del Paraíso, sino de Dios. Por consejo de Oliver, su iniciador en los misterios corporales, busca robar esas botas para posesionarse de Paolo y estirar esa alegoría hasta convertirla en la doctrina universal desde donde observe el mundo, aunque es muy probable que por ello termine como un paria en su propia tierra y tenga que esconderse cada vez más a fi n de ser medianamente feliz, pues, como Oliver le advierte, no es posible llegar impune a tanta perversión.
Eduardo Montagner(Puebla, 1975). Descendiente de inmigrantes del norte de Italia llegados a México en 1882, escribe tanto en español como en véneto, la lengua minoritaria de sus antepasados. Es licenciado en lingüística y literatura hispánica por la Universidad Autónoma de Puebla. Ha realizado algunas traducciones del japonés y sus trabajos han sido publicados en medios locales impresos y cibernéticos tanto poblanos como italianos. Es autor del volumen de relatos En la postura de mi muerte (1998) y ha sido antologado en la revista Cultura de VeracruZ (2001), en la Antología de narradores en Puebla (2003) y en el libro Veneti nel mondo (2005). Obtuvo el tercer lugar en la novena edición del Concorso Letterario Internazionale in Lingua Veneta “Mario Donadoni”, Sezione Estero (Bovolone, Verona, 2005). En véneto además es coordinador de la antología de relatos Parlar par véneto, víver a Mésico (2005) y autor de la novela Al prim (2006).

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